24 de septiembre de 2014

MÁS INFORMACIÓN PARA LA DEMOCRACIA

Por Erick R. Torrico Villanueva





Si informarse es la primera condición para la participación ciudadana en la vida pública, se puede entender  también que el papel de los medios periodísticos resulta crucial para el logro de ese cometido. Y si se lleva este razonamiento un poco más lejos se hace claro que una democracia con calidad implica necesariamente fluidez en el intercambio de información plural  y amplio acceso a ella.

            Es gracias a la información que se toma conocimiento, se forma opinión, se adopta alguna posición, se asume una decisión y se actúa, secuencia de pasos fundamental para el ejercicio  efectivo de la ciudadanía. Por eso, cuando los procesos informativos en una sociedad son deficientes, insuficientes o irrelevantes surgen con mayor facilidad las condiciones para la apatía, el conformismo y la manipulación tanto como para el conflicto.

            En el caso del desempeño del régimen democrático, los problemas relacionados con la mala gestión de la información están en la base de su deterioro y deslegitimación.

            La Consulta Ciudadana “Tu palabra sobre las noticias: Elecciones 2014” que llevó a cabo el Proyecto de Comunicación Democrática de la Fundación UNIR Bolivia el pasado 26 de julio en las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz partió de ese convencimiento sobre el valor de la información en general  para la convivencia social y de la consiguiente contribución que, en un período electoral, puede brindar el periodismo al afianzamiento democrático en el país.

Una “encuesta al revés”

            La Consulta Ciudadana aplicó un cuestionario con preguntas abiertas y de opción múltiple a 1.150 personas desde los 18 años de edad que voluntariamente quisieron emitir su opinión en alguna de las mesas que UNIR instaló en sitios públicos de cada una de las urbes mencionadas. Esta práctica, que “invierte” la relación típica entre el que investiga y quienes son investigados, es asimismo la que otorga representatividad y validez a los datos y criterios obtenidos puesto que éstos provienen de informantes preocupados por el tema sobre el que son preguntados. A su vez, el número de participantes consultados corresponde proporcionalmente a la composición demográfica (edad y sexo) de cada uno de los lugares comprendidos en el estudio.

            Se trata, entonces, de un procedimiento de averiguación de percepciones, hábitos y demandas de usuarios de medios que combina elementos metodológicos cualitativos y cuantitativos, pero que no se basa en una definición muestral probabilística ni presenta inferencias estadísticas.

            Otro aspecto original de la Consulta Ciudadana ejecutada por UNIR es que en sus tres versiones (2008, 2012 y 2014) se ha interesado exclusivamente por las relaciones entre ciudadanía y medios noticiosos.

Escuchar a la gente

            A pesar de las posibilidades de interacción que hoy ofrecen las tecnologías informativo-comunicacionales, la norma en el periodismo es todavía que se caracterice por ser unilateral respecto de sus públicos. Es decir que, mientras medios y periodistas “hablan”, los receptores de sus mensajes “escuchan”. De ahí que sea importante, al menos de vez en cuando, saber qué piensan los lectores, oyentes, espectadores e internautas del trabajo periodístico y qué quisieran que éste les brinde.

Dado que por lo regular es difícil que los medios recojan de modo directo esas visiones y planteamientos, UNIR desarrolló la Consulta para coadyuvar en esa labor de escucha de la ciudadanía a fin de retroalimentar al periodismo al tiempo de favorecer la participación social en la construcción del espacio público en un momento de tanta significación como el de unos comicios nacionales.

¿Qué dijo la gente?

            En breve, las personas consultadas en las cuatro urbes señalaron que son los medios tradicionales —TV, radio y prensa, en este orden— los que la población usa de modo preferente para informarse de las elecciones y dijeron creerle más al periódico  que a la radio, pero situando a ambos por debajo de la televisión en esta materia. La información que proveen los medios noticiosos fue considerada mayoritariamente útil para que los electores definan su voto, por lo que los espacios especiales que crean determinados medios para tratar de forma expresa asuntos de las elecciones fueron calificados como muy importantes por más de la mitad de los interrogados, en tanto que la calidad de las informaciones fue definida como buena por el 75% de los consultados. 

            No obstante, estas últimas valoraciones positivas tienen su contraparte en las demandas ciudadanas de mayor y mejor información. A esto se refieren los reiterados  planteamientos acerca de que los medios cumplan la función de informar con profesionalismo, ecuanimidad, pluralismo y ética que recogió la Consulta.

Las expectativas identificadas

            A cierta distancia del tipo de contenidos que suelen nutrir los menús habituales de los medios noticiosos en período electoral (hechos y declaraciones de campaña, datos del proceso electoral en sí, sondeos de intención de voto, opiniones de analistas, etc.), los ciudadanos interrogados sostuvieron que más bien desearían recibir información relativa tanto a las propuestas electorales y planes de gobierno de los partidos contendientes como a los perfiles y trayectorias de los candidatos principales, en lo posible, en sus propias voces.

             Y la mención a ello apareció relacionada con el interés en conocer más de temas político-económicos de mediano y largo plazo que manifestaron los consultados junto a su requerimiento de entrevistas a los candidatos principales y de debates de fondo entre ellos.  

Necesidad de evitar el retroceso

            Se advierte, entonces, que la agenda electoral ciudadana, que sí existe, lamentablemente es poco (re)conocida y menos visibilizada. Al contrario, la agenda que prevalece en la escena pública es la de los políticos en competencia, la cual no sólo es reproducida y amplificada cotidianamente en el espacio mediático en términos noticiosos sino que además resulta reforzada por la difusión pagada de propaganda. En consecuencia, los medios dan cabida preferente a los temarios propuestos por los políticos, supeditando a éstos incluso su propia posibilidad de definir una agenda informativa más cercana a los intereses ciudadanos.

            Esta desatención de la agenda ciudadana, que no se registra apenas durante los períodos electorales, es un incentivo para la desvalorización de la democracia, que puede volver a ser vista y vivida como un simple ritual periódico de concurrencia a las urnas para delegar el poder social de gobernar. De ahí que en el actual lapso dedicado al proselitismo predomine la convocatoria  política al “voto-masa”  prácticamente sin argumentos programáticos, hecho que da cuenta de un severo menoscabo en la concepción y el ejercicio democráticos.

            La Consulta Ciudadana mostró, sin embargo, que la población votante de las ciudades del eje y El Alto aspira a tener más información y de otra calidad, lo que significa que hay un desencuentro  entre políticos, medios y ciudadanía que se debiera remediar antes de tener que lamentar el retorno del vacuo formalismo de la democracia electoral, es decir, de aquella ficción democrática que no cultiva la información y se funda en un caudal de apoyo a personajes o grupos en vez de basarse en el respaldo crítico a propuestas de solución viables para problemas compartidos.

            Se puede concluir, por tanto, que en buena medida la clase de democracia que se consiga dependerá de la clase de información de que se disponga.


 Más información: www.unirbolivia.org

2 de septiembre de 2014

MEDIOS A LA VISTA 3

Vania Sandoval Arenas




El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) de la Fundación UNIR Bolivia inició actividades formalmente en abril del año 2006. En ese tiempo ha buscado aportar al mejoramiento de la calidad de la información periodística mediante el análisis de coberturas informativas ligadas a la conflictividad social, estudios sobre condiciones laborales de periodistas con énfasis en las agresiones que éstos sufren, elaboración de insumos conceptuales y difusión del Derecho a la Información y la Comunicación (DIC). También ha realizado una vigilancia relativa al ejercicio del DIC expresada en la elaboración de propuestas públicas. El trabajo del ONADEM se ha insertado en la senda de la comunicación democrática, uno de los pilares de la cultura de paz promovida por UNIR.

El tercer volumen de Medios a la Vista reúne 19 textos producto de monitoreos analíticos y estudios propositivos, siguiendo la línea de Medios a la Vista - Informe sobre el periodismo en Bolivia 2005-2008 y Medios a la Vista 2 - Análisis sobre el Derecho a la Información y la Comunicación y el periodismo en Bolivia 2009-20011[1]. Los trabajos fueron realizados por Erick Torrico (Coordinador del ONADEM), Vania Sandoval, Bernardo Poma, Sandra Villegas, Cecilia Banegas, Óscar Meneses, Virginie Poyetton (integrantes del equipo) y la investigadora Jenny Ampuero (autora de el monitoreo sobre periodismo en guaraní).

A continuación se sintetizan las ideas centrales de este libro que fue presentado –junto con otros dos textos del ONADEM – el 26 de agosto en la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP).

El DIC, conocido a medias por la ciudadanía

La Consulta Ciudadana 2012 “Tu palabra sobre las noticias y el DIC” mostró que el Derecho a la Información y la Comunicación es un tema del que la mayor parte de las personas encuestadas (51%) dice haber escuchado hablar alguna vez, aunque reveló que este derecho no es suficientemente conocido. Existe la necesidad de seguir trabajando por su apropiación y de apostar por la educación crítica de audiencias.

La aplicación de los estándares de calidad del periodismo, una tarea pendiente

A partir de los trabajos realizados por el ONADEM, y sin caer en generalizaciones, se puede afirmar que en las noticias emitidas por los medios audiovisuales, en particular, además de mostrar imágenes que no respetan los derechos de niños niñas y adolescentes, así como de otros sujetos y víctimas de delitos, se generan o refuerzan juicios anticipados, se construyen noticias que mezclan rumores con información confirmada, no se contextualiza ni se aborda el tema de la violencia como problemática estructural y sólo se muestra información fragmentada con énfasis en lo morboso. En esa línea, en el trabajo titulado “Mujer, prensa y liderazgo”, se muestra que la televisión, cuando habla de las mujeres, prioriza un enfoque noticioso en el que ellas son, primero y ante todo, víctima de violencia (79% de las notas referidas a mujeres).

También se contribuye a reforzar estereotipos que distorsionan la realidad. Por ejemplo, un monitoreo realizado sobre la información difundida en la ciudad de El Alto visibiliza la poca cobertura informativa que la joven ciudad recibe por parte de los diarios y muestra que la violencia y criminalidad son el principal tema noticioso cuando se habla esta urbe.

Existe un déficit de pluralismo en algunos medios, situación que se acentúa en ciertos temas. Por ejemplo, el análisis sobre las “Representaciones de la Seguridad Ciudadana en la prensa cruceña” refleja que en las noticias sobre esta temática priman las fuentes oficiales y existe un déficit en el uso de contrapartes. También se demuestra que existen noticias con una sola fuente y sin contrastación en los noticieros radiofónicos alteños y paceños[2].

El periodismo en idiomas nativos es escaso y no tiene fomento

Siguiendo la línea de estudiar la comunicación intercultural desde el ONADEM, en este libro se incluye un trabajo analítico que muestra la escasa producción periodística en idioma guaraní en la ciudad de Santa Cruz, donde sólo se produce el informativo Ñande Ñee. El periodismo en idiomas nativos se presenta en las ciudades capitales únicamente de manera marginal.

La conflictividad social marca la ruta de las agresiones a periodistas

En los años 2012 y 2013 las agresiones a periodistas y medios estuvieron enmarcadas en la conflictividad social –hubo periodistas agredidos durante movilizaciones generadas por demandas sociales o protestas– con énfasis en lo local. Medios de comunicación pertenecientes a grupos concretos –como radios mineras– o periodistas que realizaron denuncias de corrupción fueron víctimas de ataques.

Estado y comunicación democrática, avances y grandes desafíos

La interacción de la ciudadanía con el Estado para fortalecer la vigilancia ciudadana y el control social establecido en la CPE está ligada a la posibilidad de recibir información pública. En esa línea uno de los trabajos aquí publicados muestra que los sitios web municipales son escasos e incompletos, con ausencia de información útil para realizar un seguimiento informado a la gestión.

UNIR se ha pronunciado públicamente cuando ha sido necesario realizar aclaraciones para preservar el cumplimiento del DIC, como en los casos del proyecto de Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública o del juicio penal abierto por el Ministerio de la Presidencia contra tres medios de comunicación, documentos insertos en este volumen.

La necesidad de que existan medios públicos para que –entre otras acciones– se pueda promover el debate entre sociedad civil y Estado es uno de los temas abordados en el último capítulo de este libro. El análisis realizado determina que en Bolivia aún no existen plenamente medios públicos, y se trazan propuestas para que se desarrolle el tipo de medios de comunicación necesarios para sustentar una democracia participativa.
Medios a la Vista 3, por tanto, da cuenta de la situación del DIC y del desempeño de los medios periodísticos entre 2012 y 2013 con miras a apuntalar la comunicación para una ciudadanía integral e intercultural, concepto clave en los lineamientos y la visión de la Fundación UNIR Bolivia, orientado a generar y promover la participación informada y el debate ciudadano de políticas públicas, a la vez que busca contribuir a transparentar la gestión pública en el marco del DIC.

El libro –junto a otros tres textos del ONADEM- se presentará públicamente en Santa Cruz el 9 de septiembre en el Museo de Historia (Junín Nº 151), y el 10 del mismo mes en Cochabamba en el Colegio de Contadores (Colombia Nº 187). Todos los libros producidos por la Fundación UNIR Bolivia pueden ser descargados en su versión digital en la página web www.unirbolivia.org





[1] Se presentaron también los libros Periodismo Digital en Bolivia 2012-2013 (Coordinado por Cecilia Banegas)  y Tras las Huellas del DIC en Bolivia 2009-2013 de Erick Torrico Villanueva.