26 de octubre de 2011

Prensa, mujeres y liderazgo

Sandra Villegas Taborga (1)

Aunque la participación de la mujer en el espacio público (político, social y económico) se ha incrementado, persiste su invisibilización en los medios impresos porque se minimizan e ignoran sus aciertos y se enfatiza su rol de víctima, objeto sexual y como madre/esposa o novia de alguien.

Estos hallazgos forman parte del estudio realizado en el Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) de la Fundación UNIR Bolivia por Sandra Villegas y María Sonia Chalup sobre la presencia de la mujer en la prensa como tema y fuente, los roles atribuidos y la situación de las periodistas en gremios y sindicatos. El trabajo fue realizado analizando noticias en 12 diarios de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Las mujeres bolivianas representan el 50,2% del total de la población, el 64,6% viven en las zonas urbanas y tienen una tasa de analfabetismo del 20,6% (2). A la fecha, diez mujeres (entre 21 ministros) forman parte del Poder Ejecutivo, existe sólo dos alcaldesas entre 8 alcaldes de ciudades capitales (las de Oruro y Cobija) y el 4% de las concejalías municipales (25 de 334 municipios) tienen rostro femenino.

Los datos económicos no son más alentadores. Tres de cada cuatro mujeres están sin empleo remunerado (3), incluyendo quienes tienen estudios superiores, y aquellas que ocupan puestos políticos son objeto de “acoso político” y violencia física, sexual y psicológica permanente (4).



La temática de “género”

La temática estrictamente sobre el tema (equidad de, desigualdad de, discriminación con base en género) fue mencionada sólo en 37 noticias (4%) en los diarios.

Más de la mitad (54%) de estas noticias habló del liderazgo femenino en el ámbito público, lo que se explica por la inserción creciente de la mujer en espacios de decisión como autoridad, en el campo de la cultura como artista y como líder vecinal y protagonista de reivindicaciones sociales barriales. Un 13% se centró en el reconocimiento profesional de algunas mujeres, y un porcentaje igual habló del liderazgo político de Dilma Rouseff, nueva Presidenta del Brasil.

Temas de altísima sensibilidad social tuvieron poca cobertura, entre éstos los casos de hostigamiento a mujeres por ocupar cargos públicos (8%), el aborto (4%), las luchas feministas (4%) y la incidencia pública de las iniciativas para declarar al feminicidio como delito penal (4%).



Mujeres como fuente

Este estudio constató que se consultó a un número significativo de fuentes femeninas (41%) dentro de todas las noticias incluidas en la muestra y publicadas en los diarios analizados. Entre las 850 noticias que incluyeron alguna fuente femenina destacó la presencia de la candidata y luego presidente electa del Brasil, Dilma Rousseff.

Pese al importante número de fuentes femeninas, el estudio develó que se invisibilizó el liderazgo femenino presente en la sociedad boliviana, en especial en temas de salud y educación. Otros temas que incluyeron cobertura a fuentes femeninas fueron civismo ciudadano (6%), medio ambiente (3%), seguridad alimentaria (1%), educación (0,5%) y desempleo (0,1%), pero con una escasa presencia en la agenda de los medios.

Hablar de mujer en la prensa, pasa ineludiblemente por referir que los medios de comunicación son instancias privilegiadas para recrear visiones del ser del quehacer de mujeres y hombres y de introducir “modelos” de mujer en el escenario social.

Los hallazgos del trabajo refieren que en la prensa predomina la mujer subordinada al género masculino y el discurso sobre ellas se centra en su función como ama de casa, esposa y novia.
Los medios impresos no ofrecen una imagen equilibrada de los diversos estilos de vida y roles de las mujeres y de sus aportes a la sociedad.

Los medios son uno de los mecanismos más importantes en la producción y reproducción de representaciones simbólicas porque fortalecen la construcción y circulación de estereotipos negativos que discriminan a la mujer y obstaculizan las relaciones igualitarias en la sociedad. Así también, los medios son actores importantísimos para trabajar en la reversión de la discriminación.



Notas
1. Sandra Villegas Taborga es Coordinadora Metodológica del ONADEM. svillegas@unirbolivia.org
2 Ricardo Lagos y Camilo Arriagada (Ed.): Población, Pobreza y Mercado de Trabajo en América Latina. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Primera Edición, Santiago de Chile, 1998. Pág.60.
3 CEDLA en http://www.cedla.org/obess/content/2088
4ARDAYA, Gloria en International Knowledge for Women in Politics en http://www.nodo50.org/mujeresred/politica-bolivia.html (Consultado el 03/08/2011).

4 de octubre de 2011

DEMOCRACIA, PERIODISMO Y ELECCIONES

Vania Sandoval Arenas*



La democracia tiene, como uno de sus significados, ser un “poder en público” . Esto significa que no sólo representa una forma de organización del poder político que permite la elección mediante el voto ciudadano de autoridades y programas de gobierno, sino que también representa la expresión pública del ejercicio del poder. En ese escenario ideal, los gobiernos tendrían que actuar transparentemente e interactuar con unos ciudadanos que comprendan las acciones que realizan y puedan avalar y/o criticar a sus gobernantes en un proceso de retroalimentación permanente.



La forma democrática que tienen los ciudadanos para participar en el espacio público e incidir en la configuración de políticas públicas, está estrechamente ligada a los medios de comunicación, que son escenario y actores de lo político (actores porque inciden en el campo político , en la pugna de ideas que movilizan a la sociedad). La información sobre asuntos de interés común, entendida como bien público perteneciente a toda la colectividad, es un insumo fundamental para la participación democrática, para que se puedan ejercer los derechos ciudadanos. Un derecho fundamental en este sentido es el Derecho a la Información y Comunicación (DIC).



Al ser la democracia una forma de gobierno que requiere presencia y participación de mayorías y minorías, y ser idealmente un sistema que permite el debate público de los temas de interés colectivo, requiere unos medios de comunicación plurales, que reflejen las diferentes ideas y propuestas políticas, económicas y sociales, que pugnan por recibir el mayor consenso posible para efectivizarse como políticas públicas. Es necesario entonces, ligando a los medios con la democracia, que existan los mecanismos necesarios para que los diferentes grupos sociales estén presentes en el debate público de manera plural, asegurando el respeto a las minorías y abriendo lo más posible los mecanismos de participación ciudadana, tanto en los medios como en los mecanismos de poder público. Es necesario abrir los espacios para la deliberación social de los temas de interés colectivo, visibilizando a los temas y todas sus posibles interpretaciones.





La cobertura informativa de los procesos electorales





El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM), iniciativa de la Fundación UNIR Bolivia, realizó estudios de análisis cuantitativo y cualitativo respecto a la cobertura informativa de los procesos electorales desde las elecciones nacionales de diciembre 2005, en la línea de contribuir dar insumos para un periodismo ligado a la democracia plena y la cultura de paz.



A lo largo de estos años se han encontrado tareas pendientes a superar en el periodismo, así como también aciertos, sobre todo ligados a la ampliación de la cobertura geográfica de los medios y el despliegue para llegar a poblaciones alejadas de las capitales. Evitando caer en generalizaciones, y sólo como tendencia, el ONADEM sugirió que entre las prácticas de la información periodística electoral que se debieran superar están:



• Otorgar cobertura a un número reducido de fuentes, generalmente a los candidatos que las encuestas han presentado como favoritos



• Dar escasa presencia a los programas y propuestas sociales, económicas y políticas, y centrarse en las confrontaciones derivadas de las campañas electorales. Reducir las propuestas a slogans, sin contexto ni profundización.



• Centrarse en la línea de discursos polarizados del gobierno vs oposición, dando un lugar secundario a los temas que fundamentaron la elección.



• No separar la información de la opinión. En escenarios conflictivos, hubo medios y periodistas que se alinearon explícitamente con uno de los discursos polarizados y emitieron opiniones al mismo tiempo que daban información.



• Trabajar centralmente con la agenda temática determinada por los estrategas de campaña de los políticos en competencia, sin indagar respecto a la agenda ciudadana, es decir, las preguntas y las preocupaciones de los votantes.



Las elecciones que vienen



Al hablar de cobertura de elecciones, es ineludible abordar el inédito proceso electoral del 16 de octubre, en que se elegirá a las nuevas autoridades judiciales del Estado. Las venideras elecciones han presentado desafíos a los periodistas en torno al cumplimiento de la Ley de Régimen Electoral. Al respecto, la Fundación UNIR, en la línea de vigilar el cumplimiento del Derecho a la Información y Comunicación en la que se encuentra trabajando, emitió en julio 2010 un pronunciamiento público inmediatamente después de aprobada dicha Ley. En dicho pronunciamiento se explicó que “la normativa de la Ley del Régimen Electoral en materia de información y comunicación no sólo que resulta internamente contradictoria y con respecto a las previsiones de la CPE, sino que contiene limitaciones evidentes cuya puesta en práctica llevará a la vulneración del Derecho a la Información y la Comunicación”, considerando que la Constitución Política vigente desde febrero del 2009 inserta en su cap. 106 este derecho.



Este pronunciamiento también advirtió que nos encaminábamos a un proceso electoral sin suficiente información para el debate y reflexión ciudadanas, situación que tampoco se ha corregido en normativas posteriores, como explicó un segundo análisis sobre el tema, publicado el 27 de mayo del 2011. El argumento de garantizar igualdad para los postulantes en el acceso a medios, situación ideal ligada al pluralismo deseable, no justifica centralizar la información desde el Estado, tampoco restringir el debate entre candidatos sobre temas inherentes al interés colectivo .

El DIC incluye el periodismo pero va más allá al ser constitutivo del sistema político y sus libertades y responsabilidades. La información pública, estructurante de la democracia, juega un rol fundamental en la construcción de cultura de paz, donde sean posibles debates plurales e inclusivos sobre todos los temas de interés común, que hacen a la convivencia social y política. No basta, entonces, con enunciar derechos en la Constitución. Hay que ejercerlos y garantizar que todos puedan hacerlo.



• Trabaja en el ONADEM. vsandoval@unirbolivia.org